Soy Onira.

Desde bien pequeñita me llamó la atención la fotografía. Cada dos por tres buscaba y rebuscaba, miraba y remiraba las fotografías que tenían mis padres por casa (guardadas en cajas de zapatos). Trasteé con cámaras compactas que había por casa o me dejaban. Hasta que, un día, para mi cumpleaños, me regalaron una cámara digital réflex (Nikon D3000). Desde entonces, eso, me ha motivado a seguir en este mundo (que aunque difícil e infravalorado, es satisfactorio), y no solamente hacerlo como hobby, sino que se convirtiera en mi profesión, ya que es mi pasión.

De mis fotografías decir que me gusta plasmar los recuerdos, los instantes fugaces, mostrar las imágenes que tengo en la mente al oír canciones, trasmitir los sentimientos, y hacer bello todo aquello que tenga o carezca de belleza para hacerlo todavía más bonito.

Me encantan los lugares abandonados, por eso recurro a ellos a la hora de hacer retratos. La moda alternativa. La arquitectura moderna y la clásica. Lo bueno y lo malo. El blanco y el negro, y un largo etcétera.

Empecé haciendo un cursillo acelerado, en Filmosofía, Granada el Julio de 2010. Al volver a Valls hice un curso de Photoshop básico. Años más tarde, decidí volver a estudiar y sacarme el grado superior de fotografía en a Escola d’art i disseny de Tarragona, donde pude obtener conocimientos y el 1r premio al mejor trabajo final de curso (ver Premis Taronja, «Fotografías: Fragmentos de ayer«, Vídeo: Fragmentos de ayer). Sigo con las mismas ganas de absorber (más) conocimientos y así seguir evolucionando.

P.D.: A día de hoy trabajo con una Nikon D500 y varios objetivos.

¡Pasen y vean!